La Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA) manifestó también su inquietud ante las ocupaciones ilegales de tierras privadas que son de público conocimiento y pide que "se respeten las normas de convivencia republicanas y prime el Estado de Derecho por sobre todas las instituciones del país".

La cámara manifiesta su solidaridad con los damnificados y solicita la intervención de la Justicia, para que sea ésta la que en todos los casos se expida en pos de garantizar la paz social.

“Las ocupaciones deben ser detenidas por los resortes del Estado, necesitamos que se respete la ley. Tenemos dos productores avícolas en Moreno y en La Matanza con las granjas tomadas, y la situación requiere de la participación activa y expeditiva de la Justicia”, dijo el presidente de Capia, Javier Prida.

Este hecho se enmarca en la relevancia nacional que tomó el caso Etchevehere, en donde integrantes de la agrupación Proyecto Artigas se instalaron adentro de un campo de Entre Ríos y ahora la justicia deberá definir si avanza con el desalojo.

Ayer la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) se refirió a "la gravedad de los acontecimientos que son de público conocimiento": "Expresamos nuestra preocupación y rechazo ante el agravio hacia los principios básicos de la República, como el respeto de la propiedad privada, garantizados en nuestro contrato social expresado en la Constitución Nacional".

La entidad de productores bonaerenses y pampeanos apuntó contra el "silencio del gobierno nacional, y más aún el acompañamiento en varios casos de algunos funcionarios públicos": "No hace más que ratificar la sospecha de una mirada complaciente o cuanto menos sesgada de las distintas situaciones que se repiten en varios puntos del país, todas violatorias de los principios constitucionales".

En tanto, la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor) manifiestó se enérgico repudio a los hechos de usurpación de todo el país y a la inacción de la justicia.

Los productores del norte destacan que los problemas de inseguridad se vienen agravando en la región: robo de hacienda, rotura de silos bolsas, robo de maquinaria agrícola e insumos y usurpaciones de campos.

"La violencia que se emplea es descomunal, si tienen que matar para conseguir sus objetivos, lo hacen sin remordimientos ni miedo de la justicia porque no se teme a lo que no se cumple", consideran.